Nueve. Son los días que han pasado desde que tocó un primer premio de la Primitiva en Luarca. Son 2,6 millones de euros que parece que nadie quiere. Y es que, a pesar de la cantidad, no se ha reclamado el montante millonario y los loteros empiezan a hacer sus cuentas. Cuando menos, es extraño que ni la persona apostante, ni un representante ni una entidad bancaria se hayan presentado en alguna administración de apuestas del Estado para hacerse con el premio.
«Lo habitual es que los boletos se comprueben justo la semana después del sorteo y ya ha pasado entera», explicaba ayer el lotero Jesús Gutiérrez, propietario de la administración Atenea de Luarca, donde se selló la primitiva agraciada.
El afortunado jugó tres apuestas, y ninguna de ellas era automática. Lo que ofrece una pista: «Una persona que tiene pensados los números suele jugar con asiduidad y comprobar también como mucho dos días después del sorteo», explica Gutiérrez. >>>>
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