NOTICIAS 5HERMANOSGA

MISAS 2016: 16 Enero; 19 Marzo: 21 Mayo; 18 Junio; 24 Septiembre; 22 Octubre; 19 Noviembre.

martes, 13 de octubre de 2015

Cumple años ANGEL GAVILAN III.



Hoy es el aniversario de la tía GENARA de Horcadas.



GENARA FERNANDEZ FERNANDEZ (Salamón, 1883-Palencia, 1983).
Nace el 14 de julio de 1883, a las seis de la mañana. Hija de Salustiano Fernández González (Salamón, 1833-1918), y de su segunda esposa, María Fernández Díez (Horcadas, 1844-Salamón, 1934). Es bautizada el día 15 de julio, siendo su padrino Julián Fernández, vecino de Salamón (Salamón, 1860-B-23). Dispensada del segundo grado de consanguinidad, casa en la ermita de Roblo, el 16 de octubre de 1919, con su primo carnal materno, Eusebio García Fernández (Horcadas, 1880-1954), hijo de Cipriano García Núñez (Horcadas, 1831-1904), y de Paulina Fernández Díez (Horcadas, 1839-1922), vecinos de Horcadas, casado en primeras, en Horcadas el 16 de julio de 1908, y viudo de Rosa Balbuena Rodríguez (Horcadas, 1882-1918) (Salamón, 1890-C-88). Madre de Rosa García Fernández (*Horcadas, 1920), Abilio (*1922), Dictina-Covadonga (*1924), y Hierónides (*1926). Muere viuda en Palencia el 13 de octubre de 1983. Hermana de la abuela Anselma (Salamón, 1877-León, 1964).

lunes, 12 de octubre de 2015

Hoy es el aniversario del tío SUSO.



(Almuña, 1926-Oviedo, 1974).

Ayer, día 11, fue el aniversario de tía ROSARIO.



(Lois, 1903-León, 1991).

lunes, 5 de octubre de 2015

Por su interés y para general conocimiento, publicamos hoy las palabras que Julita dedicó al tío Salvador, en el Homenaje que la Cátedra de Lois ofreció en su Semana Cultural, el día 22 de agosto de este año. Espero que disfrutéis con ellas, tanto como disfrutamos los que en persona las escuchamos.




Buenas tardes a todos:
A D. Julián López, Obispo de León.
A don Antonio Fernández, vicario general de la Diócesis de Cuenca.
A doña Margarita Morais, académica correspondiente por León de la Academia de Bellas Artes.
Al Sr. Santamaria, decano de a escuela de educación.
A don Domingo García y D. Jesús Crespo párrocos de Acevedo y Garrrafe de Torío.
A los representantes de la Corporación del Ayuntamiento de Crémenes y demás personalidades
A los vecinos de Lois y a todos cuantos habéis llegado hasta aquí para recordar la figura de mi tío Salvador Alonso.
Permitidme, para empezar, que me presente, pues muchos, tal vez la mayoría, no me conocéis.
Me llamo Julia Alonso González y soy uno de los trece sobrinos de Salvador Alonso que aún vivimos.

En nombre y representación de todos ellos acudo aquí para participar en este entrañable acto de homenaje con el que la Asociación La Cátedra de Lois ha querido recordar, en el marco de su semana cultural, la figura de nuestro tío.
Sin duda es para nosotros un orgullo que su pueblo natal reivindique su figura. Y resulta tanto más emotivo por el hecho de que hayamos sido llamados a celebrarlo en esta iglesia, que él amó, recorrió palmo a palmo, y describió para todos con unas bellas palabras que fueron recogidas en un ejemplar de la revista de vuestra asociación hace ya muchos años.
Pero resulta también conmovedor porque de esta parroquia fue feligrés: en ella entró a formar parte de esa iglesia, con mayúsculas, en la que vivió, murió y en la que desarrolló su ministerio. Así pues os agradecemos que nos hayáis dado la palabra para recordar la figura de nuestro tío en este marco tan querido para él. Un recuerdo que nos obliga también, como estoy segura de que comprenderéis, a rememorar a aquellos que ya no están y que duermen para siempre.
Algunos de ellos vinieron a enriquecer nuestras raíces desde otros lugares: Hortensia González, de Crémenes; José Miguel Alcorta, de Morgovejo; y Ángel González, de Asturias.
Gracias a ellos nuestra familia se agrandó y se hizo más valiosa. Gracias a ellos, nosotros somos hoy lo que somos: herederos de esta montaña y del carácter de sus gentes. Un carácter fuerte al tiempo que agradecido que se mantiene firme en las creencias y costumbres de su pasado. Nuestra tierra es una tierra agradecida y nosotros queremos serlo con vosotros por esta oportunidad que nos brindáis.
Pero no lo tenemos fácil. ¿Cómo reunir y resumir la ingente cantidad de recuerdos que atesoramos de nuestro tío Salvador? ¿Cómo encontrar las palabras adecuadas para recoger su obra?
Habrá que empezar por el principio. Que tuvo lugar aquí cuando Salvador Alonso nació en Lois el 18 de marzo de 1905, y  nos dejó para siempre ¿en León? el 6 de septiembre de 1998. Lo que supone 93 años, que son muchos, y también mucha vida y mucha labor.
Era un hombre de vida austera, carácter montañés, mirando siempre hacia estas tierras. Y aunque la dedicación absoluta a su vocación nos privó de muchos acercamientos, nunca olvidó su familia y su procedencia.
Era el tercero de los diez hijos del matrimonio formado por Benito Alonso Fernández, natural de Lois, y de Anselma Fernández Fernández, natural de Salamón. Aquí en Lois nacieron los primeros seis hijos: Manuela, Rosario, Salvador, Salustiano, Justa y Secundina. Y aquí vivieron hasta el año 1911, cuando toda la familia se trasladó a la casa que habían construido en Las Salas, y donde ya nacieron los cuatro siguientes: Aurora, Paulina, Valentín y Tarsila.
Quiero tener aquí un recuerdo muy especial y cariñoso para nuestra tía Aurora, que es la única que continua con nosotros. Aurora tiene 103 años,  y vive en Madrid rodeada de sus queridos hijos, nietos y biznietos.
Al hablar de don Salvador en familia quiero resaltar que parte de nuestros antecesores son naturales de este pueblo de Lois. Él nació aquí y otros procedemos también de estas montañas, de lo cual nos sentimos orgullosos al igual que del apellido Alonso.
Referente al apellido, mi padre Salustiano fue el único varón casado. La rama de esta familia, a la que yo pertenezco, es única trasmisora del apellido Alonso. Y hoy sólo puede continuar en la familia de mi hermano Benito y en la de su hijo Jesús Manuel Alonso.
De vuelta a Las Salas, me atrevería a decir que esa casa de familia numerosa fue la casa solariega de la familia Alonso y González. Por mucho tiempo se la conoció como la Venta de Las Salas y marca el inicio del valle de Alión, cuya carretera discurre junto al rio Dueñas, y después de recorrer unos kilómetros concluye en este pueblo de Lois. En este camino encontramos la Ermita de la Virgen de Roblo. Podemos decir con satisfacción que fue nuestro tío Salvador el principal impulsor de la construcción de la nueva ermita, que después de muchos avatares se inauguró el 8 de agosto de 1957, con la presencia del obispo de Cuenca, don Inocencio Rodríguez.
Retomemos el hilo de don Salvador en familia. Llegó a la casa de Las Salas con 6 años. Se trasladaba a Lois para hacer sus estudios, inicialmente de primeras letras y después en la Cátedra de Latinidad. En esta etapa de sus estudios en Lois empezó a sentir sus primeras inquietudes y a los 14 años caló en su espíritu aquella frase de Jesús a sus discípulos: "Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame".
Respondiendo a esa llamada ingresa en el Seminario Conciliar de San Froilán de León, donde estudió Filosofía y Teología, consiguiendo la calificación de Meritísimus. Los dos cursos siguientes estudió en la Universidad Pontificia Eclesiástica de Burgos, terminando con la misma calificación de Meritísimus.
Don Salvador es ordenado sacerdote el 25 de mayo de 1929, y este mismo año, el 3 de julio, celebra su primera misa en la Iglesia Parroquial de Las Salas. Como se acostumbraba entonces por los pueblos de la montaña, y a pesar de ser día laborable, toda la gente del pueblo y muchos forasteros acudieron a la casa del misacantano a buscarle para trasladarle en una silla gestatoria hasta la iglesia.  
Aunque el día era desapacible y lluvioso, con madreñas y paragüas se cumplió con el protocolo y el mal tiempo no impidió a los más valientes escalar los dos larguísimos troncos que se habían instalado para la celebración.
Comienza su vida pastoral siendo nombrado cura-vicario de Garrafe de Torío. En esta parroquia está hasta junio de 1936, cuando es nombrado cura-vicario de la parroquia Nuestra Señora del Mercado de León. En 1940 le nombran coadjutor de dicha parroquia.
Hubo una fecha importante en su vida. El 6 de noviembre de 1943 tuvo lugar un suceso que marcaría para siempre su labor sacerdotal, y diría que su sentir interior. Fue llamado al Obispado de Cuenca como canciller secretario de Cámara del nuevo obispo, don Inocencio Rodríguez, natural de Santa Olaja de la Varga.
En Cuenca permaneció hasta su jubilación. Y desde que llegó, ya para siempre tendría dos patrias. Esta tierra nuestra, León, y su querida Cuenca. Su rostro mostraba síntomas de cariño y satisfacción cuando conversando se nombraba Cuenca. Y explicaba, con su verbo fácil, cuánto se podía ver y disfrutar de las tierras conquenses. Conocía muy bien la provincia y nos hablaba de la Ciudad Encantada, el nacimiento del rio Cuervo, las Hoces del Cabriel, el  Ventado del Diablo, y mucho más que podríamos nombrar.
Así sucedió que fueron sus dos patrias, una de nacencia y otra de vivencia. Fiel a la tierra que le vio nacer, quiso de la misma manera a Cuenca y a León. En Cuenca, nuestro tío, durante casi cuatro décadas, desarrolló una ingente labor en todos los ámbitos de su ministerio. El 31 de mayo de 1958 es nombrado prelado doméstico de Su Santidad. Y el 30 de junio de 1964, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, le nombra académico correspondiente en Cuenca.
No vamos a enumerar cargos, distinciones y prebendas, sino solamente dejar constancia de la labor que durante años desarrolló en Cuenca, donde su huella permanece allí para atestiguarlo.
La imagen que guardamos de nuestro tío es la del sacerdote celebrante y cercano a sus feligreses, con quienes solía charlar. En cierta manera, también se puede decir que nació con el título de montañés y falleció con el de Monseñor.
Durante aquellos años, ocurrió en la familia la muerte de nuestro abuelo Benito, quedando Manuela, Secundina y Salustiano al cargo de la casa y negocio. Mi padre, Salustiano, llegaba desde Crémenes para quedarse mientras sus hermanas y su sobrina Ofelia terminaban sus carreras, y su sobrino Benitín se hacía grande. Pero como el hombre propone y Dios dispone, el 12 de mayo de 1947 mi padre fallece inesperadamente a los 41 años. Ello significa que el único varón que queda es don Salvador. Él será a partir de ese año el Pater Familiae, y como tal ejercerá. Coordinando, supervisando y controlando el funcionamiento de la familia, que desde esa fecha tomaba bajo su tutela.
La casa y el negocio quedaban a cargo de Manuela, su hijo Benito, y Secundina. Siempre siguiendo las sugerencias e indicaciones de Salvador Alonso.
Su sobrino Benito, aquí presente, que en aquella época tenía 24 años, ya venía asombrando desde los 17  en cuantos corros de aluche participaba, tanto en la montaña como en la ribera.
Otra gran ayuda fue Ángel González, un asturiano de un pueblín pegado a Luarca, que en febrero de 1946 se había casado con Paulina, hermana de don Salvador, y que después de varios destinos como maestro de niños, recala en la escuela de Las Salas, donde permanece hasta que suprimen las escuelas. Durante estos años, tanto Ángel el maestro, como Benitín el luchador, alivian sobremanera la dura carga que pesaba sobre nuestro tío. En esta época también se incorporan al negocio, Benito, mi hermano, y el primo Bernardín, como familiarmente le conocemos. Regentaban con ayuda de las mujeres de la familia, la casa, la tienda, el almacén de grano y vino, y atendían lo mejor que podían a cuantos bajaban de los pueblos del valle.
Tío Salvador aprovechaba los veranos para pasar días de descanso en la casa familiar de Las Salas. Durante su estancia veraniega subía todos los días a decir misa en la Ermita de Roblo, y sus sobrinos más pequeños discutían para ver quién hacía de monaguillo.
Pensamos que aprovechaba su descanso para encontrar en la montaña un lugar para verse a sí mismo. Lo que esperaba lo gritaba en la montaña; lo que deseaba y aquello que le dolía lo lloraba en la montaña.
A partir de 1981, año de su jubilación, tío Salvador vive en León con sus hermanas. Allí tiene tiempo para ordenar y catalogar la amplia documentación de tantos años de estudio y trabajo. Recibe a cuantas personas pasan a visitarle. Unos para disfrutar de sus amplios conocimientos y su amena charla, y otros en busca de consejos, documentos y consultas sobre cualquier tema o personaje, sobre todo los que inciden en su querida montaña.
No quiero terminar estas palabras sin dar las gracias a mis hermanos y primos, que confiaron en mi para hablar de  nuestro tío. Y de manera especial a nuestro primo Ángel Miguel González, pues sin su inestimable y valiosa colaboración, no hubiera sido posible esta charla. Ángel, con mucho trabajo y más entusiasmo, recogió todos los datos que aquí hemos podido aportar.
En nombre de toda nuestra familia, muchas gracias por este acto, ya que nuestro corazón está hoy lleno de recuerdos, y estoy convencida de que muchos de ustedes que le conocieron sentirán cercana su lejanía, pues nadie echa de menos a un desconocido.

Y para terminar, permítanme traer aquí la primera estrofa de la canción popular que muchos consideramos como el Himno de la Montaña Leonesa.
Viva la montaña viva
Viva el pueblo montañés
Que si la montaña muere 
España perdida es.

Muchas gracias.

Hoy es el aniversario del fallecimiento del MOZÓN.



JOSÉ-RAMON DIEZ Y SUAREZ-CLARIS, José-Ramón (Chano, 1872-Almuña, 1956).
Apodado “el Mozón”. Nace el 16 de septiembre de 1872, a las cinco de la mañana. Primogénito de los dos hijos de José-Antonio Díaz y García-Casiellas (Chano, 1851-1917), y de Bárbara Suárez-Clarís y Pérez-Barreras (Chano, 1829-1909), vecinos del Chano, y casados en Luarca, el 22 de marzo de 1871. Abuelos paternos: José-Antonio Díaz y Menéndez-Calella (Chano, 1823-1882), y Nicolasa García-Casiellas y Fernández (Chano, 1817-1896), vecinos del Chano. Abuelos maternos: Josef Suárez-Claris y Suárez (Chano, 1802-1876), vecino del Chano, y María-Antonia Pérez-Barreras y García (Setienes, 1796-Chano, 1866), difunta. Hermano de Marcelino (*1874). Es bautizado el mismo día en la Iglesia de Santa Eulalia de Luarca, por D. José-María Rodríguez, presbítero autorizado por el Licenciado D. Leonardo García Ynfanzón, cura propio. Fueron padrinos Josef Suárez, abuelo materno del bautizado, y Jesusa Fernández. Casa en primeras nupcias, en Luarca el 26 de septiembre de 1892, con Josefa Pérez Fernández (Chano, 1866-1899), hija de Antonio Pérez y García Casiellas, del Chano, y de María Fernández Pérez, de Otur, y vecinos del Chano. Padre de María-Pilar Díez Pérez (Chano, 1893-1895), Francisco (*1894), y Manuel “el Cubano” (Chano, 1896-Almuña, 1972). Viudo, casa en segundas en Luarca, el 22 de abril de 1899, con Josefa Fernández de la Ennexa y Fernández-Cuervo (Almuña, 1873-1953), hija de Alonso-Julián Fernández de la Ennexa y Suárez (Almuña, 1823-1897), y de su tercera mujer, Josefa-Paula Fernández-Cuervo y García (Fontoria, 1831-Almuña, 1922). Padre de Ramona Díez y Fernández de la Ennexa (Almuña, 1901-1997), Angel-Evaristo (1903-1920), Manuel (Almuña, 1904-Oviedo, 1981), Adelino (Almuña, 1909-Oviedo, 1989), y Bonifacio (Almuña, 1910-Las Rubias, 1936). Otorga testamento, el 24 de enero de 1940, ante el Notario de Luarca, D. José-Luis Pérez Muñoz. Muere en su casa de Almuña, a las once de la noche del 5 de octubre de 1956, a los 84 años de edad. A las cinco de la tarde del 7 de octubre, domingo, es conducido su cadáver, desde su casa mortuoria al cementerio parroquial de Luarca. Al día siguiente, 8 de octubre, a las nueve de la mañana, se le celebra funeral de segunda clase.

jueves, 1 de octubre de 2015

Archivo del blog